Las Provincias
Un vecino de Grañén celebra su suerte.
Un vecino de Grañén celebra su suerte. / Efe

Hacienda se lleva el Gordo

  • El 22 de diciembre se aplicará por cuarta vez la carga impositiva del 20% que no merma la compra de décimos

Las arcas del estado siempre ganan con el sorteo especial de Navidad. Y, desde hace tres años, un poco más. A la venta de décimos y la devolución de los premiados, se ha unido desde 2013 un ‘piquito’ del 20% como tasa impositiva. Este impuesto solo se aplica en las ganancias superiores a 2.500 euros. O dicho de otra manera: si usted es agraciado con los 400.000 euros del Gordo, tendrá que pagar 79.500 euros de impuestos al departamento de Cristóbal Montoro. O lo que es lo mismo: 320.500 euros para gastar en lo que queramos. Si le ha tocado un décimo del segundo premio, deberá pagar al Estado 24.500 euros de los 125.000 euros del premio.

Si lleva una participación, tampoco se libra. A efectos fiscales, una participación no existe. Quien sea el garante de ese décimo deberá cobrarlo en su integridad (siempre y cuando, recordemos, supere los 2.500 euros) y luego repartirlo de forma proporcional una vez descontados los impuestos. Una nueva tasa que, según el Ejecutivo, no ha afectado a la venta de los diferentes productos de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado en estos dos años anteriores. Otra cosa es que la coyuntura económica unida a otras formas de juego (como las apuestas en la red) hayan mermado los ingresos de Loterías.

Pero El Gordo sigue creciendo cada año un poco más, ajeno a las redes y a las apuestas deportivas. El año pasado, las ventas de la Lotería de Navidad crecieron un 4,64%. Los españoles gastaron casi 2.472 millones, es decir, una media de 52,35 euros por persona.

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